Con total seguridad me atrevería a decir,que la primera gran decepción que experimentamos a muy temprana edad,siendo sólo unos niños,es cuando descubrimos por el motivo que sea,el hecho de que los Reyes Magos no existen...
En mi caso,quiero recordar,tenía 7 años.
Me había pedido un balón de reglamento el cual me trajeron,aunque 3 ó 4 días antes del "mágico" día.
Empezé a ser consciente de que algo no marchaba bien, cuando vi a mi hermana mayor en el dormitorio de nuestros padres buscando y rebuscando.
Sin que ella se diera cuenta de que la observaba, ví que de la parte superior del armario sacaba un balón de reglamento nuevo flamante de marca Tango.
¿Pero como? No podía ser...
Imaginaos cual sería mi reacción,de mi boca sólo salían preguntas,conseguí sacar de quicio hasta al perro y por fin, muy dulcemente mi madre me dió una explicación...
Fué uno de los días más tristes que recuerde por aquella época,lloré y lloré...
La cosa no quedó ahí,pués no podía callarme algo tan serio y comencé a advertir a mis amigos del barrio y después de las vacaciones de navidad,a mis amigos del colegio.Tuve que montar tal pollo,que los profesores me reunieron para convencerme de que no contase la verdad de los Reyes Magos,y así lo hice,convirtiendome en complice...
No nos debe valer como escusa para perpetuar esta gran mentira, pensar y/o creer,que es por la ilusión de los niños,pués esa ilusión se la creamos los adultos adoctrinados como buenos consumidores.
No hace falta mentir a los niños,incluso sabiendo la verdad seguirían teniendo ilusión pués,no nos equivoquemos,los crios lo único que esperan con ilusión (fomentada por los adultos) es su regalo.
¿A caso no tienen la misma ilusión el día de su cumpleaños?
¿Qué hay de mágico en una mentira? ¿La decepción y frustración al conocer la verdad?
¿Y qué hay de Papa Noel? Quienes realmente tienen ilusión en las fechas navideñas son los grandes almacenes. Tan típico como cierto.
Video visto en: Otras corrientes Humanas.
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